jueves, 1 de diciembre de 2011

Siesta mortal de un fauno

"... Deo ignoto"

Pablo (Act apóst. XVIII,22)

Preludio
Echóse el fauno a meditar
sangrante de herida mortal
sobre pastos, reclinando el flautín quedo
temblorosa mano, consagrado Febo
hacia un inevitable expirar.

Dejó el teclado y violín concluso
Allegro vivo, la sonata virtuosa
fantástica y ligera, caprichosa
tres movimientos quejumbrosos
herida mortal, partitura llorosa.

El viento de la pradera
gira perfumes por la tarde
nieblas brumosas de su arte
preludios de ensueño que dejan
expandidas resecas hojas muertas

Bilitis plañe angustiosa
canciones de canto pérfidas.
Las náyades ayer temblorosas
le rodean impertérritas
consolándole animosas

"Quiero entre árboles,
flores y aves descansar.
La menos triste, Passy en París
bajo tilos, mi sufriente cerviz
reposar... consolador sueño alcanzar"

Murmuraba así el fauno sufriente
sobre hierba y flautín quedo
sumergido en el mar del recuerdo
jugando olas, dialogando al viento
desde el alba, hacia el mediodía lento...

Interludio
Truena Berta en el firmamento...
Obuses enemigos sobre aterrados niños
hogares perdidos, desamparados
mientras el fauno del flautín quedo
obnubila ensueños bajo recios tilos.

Ya no hay fuerzas
para el pozo alcanzar,
cual Pelléas por la niña doncella
donde el ciego consuela tristezas
doliente llaga, del martirio triunfar.

Arde tormentos, la herida fatal.
Hercúleo sudario, desgarro mortal.
Reclinó la mano al flautín quedo,
lo cubrió Syrinx, le confió el secreto:
una endecha profana, divina beldad.

Passy hogar de difuntos
aguardará mañana sus restos.
Caravana pobre, cortejo confuso
Père-Lachaise, mansión de señores
custodiará cual refugio presto

"Vida de espera
en sala de espera.
Pobre viajero en asecho
que aguarda el tren
que no pasará mas...

Trabajo en el vacío
agotando especulaciones
que aumentan mi desesperación...
nunca tan fatigado estuve
por perseguir la consolación...

¿Ha concluido en mi
el deseo de ir siempre
adelante, pan y vida míos?
Preferible ruinas ocultar
estando viejo, sin emocionar... "

Deliraba así la pluma agotada
del fauno, arrobado, sufriente.
Espera la calma anunciada
triste la mirada perdida
en horizonte, lejano creciente...

Paráfrasis final
El aguijón se acentuaba
sobre hierba en el doliente fauno
Dejó al fin el flautín quedo
Se revolcó en suspiro arrobado
¡Pobre dios, delirante Febo...!

No hay sedante
para dolorida carne
que gime el silencio
de agonía sangrante;

Obnubilado Golaud
que cayó de la bestia
al mediodía, temeroso y pujante

"Abran la ventana...
¿Es verdad que el invierno comienza?
Hace frío y no hay mas hojas...
se oculta el sol bajo niebla borrosa...
Tengo frío... ya nada me inquieta... "

Quedó quieto el fauno doliente
desamparando al flautín quedo
sin incienso al terminar el poniente
se durmió, se arrobó súbitamente
bella tarde, silenciose Febo...

Père-Lachaise, la mañana confusa
epitafio raído en el tiempo, difusa
Fragantes perfumes, jazmines nocturnos
Camposanto, Te Deum, mausoleos...
¿Dónde Dios escondiste la flauta de Febo?

***
Crepuscular madrugada en Passy.

Bajo el silencio mortuorio de Lesbos
Se sentó Syrinx en la tumba del fauno
Muy moderada, elevaba endecha: ¡era Febo!
Lloró Bilitis... ¡danzarinas profanas de Delfos!

"¿Será quizás lo que ha quedado del sueño
en el fondo de la flauta del fauno?"

Crepuscular madrugada, flautín pastoril.
Arrobamiento celeste, imponentes las Pléyades.
Sobre el mortuorio, responsorio, en Passy
danzan silenciosas, misteriosas las Náyades...

*
Dedicado a la tumba de Claude Debussy, músico francés (1862-1918), muerto el 25 de marzo de 1918, después del atardecer.
La evocación del presente ensayo poético recuerda el deseo del compositor de reposar en los jardines del cementerio de Passy, "el menos triste en París", hacia donde fue trasladado después de haber permanecido en Père-Lachaise, hasta 1919. El marco: una atmósfera quimérica para un programa musical dedicado póstumamente a sus siguientes obras:
* La pieza breve para flauta sola "Syrinx", originalmente llamada "Flauta de Pan" (Muy moderada, 1913)
* La última Sonata para Violín y Piano (No.3 en sol menor, 1916/7), en sus tres movimientos: allegro vivo, intermedio: fantástico y ligero, final: muy animado; quizá la confesión de dolores y agonías por el cáncer que padeció.
* Las antes inéditas "Chansons de Bilitis" (1901) para dos flautas, dos arpas, celesta y recitador, tomado del poemario de su amigo Pierre Louÿs.
* Algunos momentos simbólicos de los actos II, IV y V de su ópera "Pelléas et Mélisande": La caída de Golaud, muerte de Pelléas, agonía de Mélisande.
* El "Prélude à l'après-midi d' un faune", para orquesta, inspirada en la égloga de Mallarmé, a la que originalmente debió titular "Preludio, interludio y paráfrasis final para la Siesta de un Fauno".
* Los tres bocetos sinfónicos de "La Mer" para orquesta:
1) "De l'aube à midi sur la mer" (Del alba al mediodía sobre el mar), 2) "Jeux de vagues" (Juego de olas) y 3) "Dialogue du vent et de la mer" (Dialogo del viento y del mar)
* Su última melodía para coros infantiles y piano: "Nöel des enfants qui n'ont plus de maison" (Navidad para los niños que no tienen mas un hogar)
* Los preludios para piano; del primer cuaderno: "Danzarinas de Delfos", "El viento sobre la llanura" y "Los sonidos y los perfumes giran en el aire de la tarde", este último, tomado de "Armonías al atardecer" de Baudelaire.
* Del segundo cuaderno: "Nieblas" y "Hojas muertas".
* El testimonio epistolar, verbal y anecdótico del propio compositor días antes de su desaparición, recogidos por Enma Debussy, su esposa, el editor Jacques Durand y su médico y amigo, Pasteur Valery Radot, quien cerraría para siempre sus ojos.
* La desgarradora atmósfera bélica que acompañó la fatalidad de sus últimas horas y el traslado por la ciudad de la caravana mortuoria hasta el cementerio de Père-Lachaise, partiendo el cortejo fúnebre entre el fragor de los Tauben y obuses de la Gran Berta, cañones de largo alcance que los alemanes utilizaron para bombardear París en 1918 la mañana del 26 de Marzo. (Día de la conmemoración de la muerte de Beethoven)
Larga seria la lista y evocativa la obra del Fauno, el del flautín quedo, que reposó al mediodía, agotado, sin conseguir su objetivo; arrobado y resignado a despedir su sombra, a quien clamo: "adiós pareja, voy a ver la sombra que tu adivinas"... (Mallarmé)
Este epitafio imaginario, sella el cajón pétreo del maestro de ensueños, sobre quien Syrinx, cada madrugada de 26 de Marzo, deja oír al flautín quedo, triste, acongojado, mortuoria canción de Febo...

Luis Adolfo Siabala

Lima,19 de Octubre de 1998
"Al dios desconocido"
Predicado por el apóstol Pablo en Atenas, mientras leía una inscripción en un templo: “A un dios desconocido”.